
¡Presente! Yo soy esa mujer informática que quiere dejar de serlo. Que, aunque le gusta programar, prefiere dedicarse a leer y a escribir el resto de sus días. ¿Es grave, doctor?
«¿Y a ti como es que te gusta «eso»?». Es la frase que más oigo cuando le digo a alguien a lo que me dedico. Desde amigos hasta incluso clientes. Como si programar fuese el trabajo más aburrido y monótono del mundo. Como si no diese con el perfil.
Los prejuicios sobre el típico tipo gordo de mediana edad, mal vestido, con gafas y friki delante del ordenador no cuadran conmigo. ¡Es que no cumplo ni uno! Y claro, la gente (sí, es posible que tú también) se descoloca.
Me gustaría pensar que series como The Big Bang Theory o Silicon Valley han cambiado esas ideas pero no. Ahora sólo somos más jóvenes y menos gordos. Menos da una piedra.
En fin, ni hablar ya de la razón de por qué nos dedicamos «a los ordenadores», como decía mi abuela dice todo el mundo.
Y es que casi nadie es capaz de ver la creatividad que supone la programación. Programar es crear soluciones a problemas. Soluciones eficientes, duraderas y limpias. Para las cuales necesitas aplicar todo tu ingenio.
Por no hablar de las posibilidades que te da saber programar. Tienes la capacidad de crear la aplicación que se te pase por la cabeza. ¿Un Tinder para perros? ¿Un Netflix de vuelos? Lo que tú quieras. Imaginación al poder. Bueno, esas precisamente ya existen, pero ya me entiendes.
Es decir, ser programador es como ser arquitecto de Internet. Tal cual. Pero sin necesitar (apenas) dinero para crear tus «edificios». ¿Y dicen por ahí que es aburrido? Venga ya.
Y entonces Ju, si ya te ganas la vida programando… ¿por qué quieres vivir de escribir?
Programar vs Escribir
Cuando les dije a mis padres al acabar el instituto que yo quería ser una mujer informática les encantó la idea. Por aquel entonces la Ingeniería Informática ya se veía una carrera con salidas. ¿Quién no querría eso para su hijo entonces?
De hecho, ya se hablaba del Efecto 2000 y se decía que la informática era el futuro. No es que esa frase se haya quedado obsoleta ni mucho menos, es que ahora también es el presente. Los sueldos de informático siempre están por encima de la media y vivimos nuestra propia burbuja. De hecho, no conozco a ninguno en paro.
Ahora, además de estar pensando en por qué no estudiarías informática en su día, es cuando ya no entiendes nada. No es comprensible lo mires por donde lo mires, ¿verdad? ¿Por qué c*****s quieres dedicarte a escribir pues?
Pues… porque me sale de dentro. Porque allá donde mire veo historias que contar. Ideas que desarrollar. Posibilidades con las que encerrarme y ver que sale.
Y porque estoy hecha de retos. Me va la marcha y quiero sentirme orgullosa de haberlo conseguido. O al menos de haberlo intentado. Y punto. Nada más que añadir, señoría.
No sé si son razones suficientes para alguien que juzgue de fuera pero son las que son. ?♀️
Rebota, rebota y en tu culo explota
Yo en mi vida de superheroína quiero ser escritora. Lo tuyo quizás sea más artesana de cerámica, dibujante de cómics o fotógrafa de mascotas. Quien sabe, hay tantas posibilidades. La cuestión es lo que TÚ quieras.
Si lo tienes claro ni te pares a pensar qué dirán los demás porque si te tienen que criticar lo harán igual. Tú a lo tuyo. Lánzate. Inténtalo. Pero no lo hagas a lo loco, móntate un plan. Uno infalible que te lleve directa a tu vida de ensueño.
Eso sí, prepárate a currar más que una matrona china. Porque tendrás dos trabajos, el que te paga las facturas y el que lo hará algún día. Además de que eso de cocinar, salir, correr, comprar o leer va a ser un poco más difícil (aún) de encajar en tu ajetreada vida.
En definitiva, ¿are you ready para tanto curro? Si es así, bienvenida al Club de las Pringadas Felices. 😉